Gracias Ada Lovelace

El título de este espacio más personal es un homenaje a la autora de las primeras contribuciones en informática a mediados del siglo XIX junto a Charles Babbage.

Cuando Charles1 comenzó a viajar por Europa para explicar el proyecto de su máquina analítica, un ingeniero italiano llamado Luigi Menabrea decidió publicar un artículo en francés sobre ello.

Entonces, Charles le pidió a Ada que tradujera aquel artículo al inglés y de paso añadiera unas notas adicionales dado que ella conocía la máquina mejor que nadie.

Y aquellas notas adicionales las tituló simplemente así: Notes.

Su contenido no se puede comparar de modo alguno con el que vaya apareciendo en este espacio personal. Únicamente utilizo el mismo título a modo de homenaje y agradecimiento.

Veamos qué incluían aquellas notas.

Primera parte

Ada explica cómo perforar las tarjetas para proporcionar los algoritmos a la máquina.

Presenta los conceptos de rutinas, subrutinas, bifurcaciones y bucles, para evitar el uso de muchas tarjetas y lograr que fueran más sencillas.

Y como no hay nada mejor que un ejemplo concreto, incluye lo que a día de hoy se considera como el primer programa informático de la historia: cómo preparar las tarjetas para calcular una serie de los números de Bernoulli hasta los 31 dígitos.

Escoge este ejemplo por la dificultad de cálculo ya que incluye cocientes, integrales y funciones, entre otros.

Únicamente serían necesarias 23 tarjetas para obtener el resultado final.

Por cierto, desconocía que existe un proyecto para construir la máquina de Charles Babbage y probar este algoritmo. El proyecto se llama Plan 28 y quieren que esté todo listo para cuando se cumplan los 150 años de la muerte de Charles en el año 2021.

Segunda parte

Esta parte es más teórica y visionaria.

Le da una dimensión diferente a la máquina. Para Charles se trata de una herramienta de cálculo. Sin embargo, Ada considera que tiene muchas más capacidades sobre cualquier ámbito de la realidad traducible al lenguaje matemático. Incluso habla de la posibilidad de componer piezas musicales.

También explica que la máquina no crea nada por sí sóla, ni cumple más tareas que las que se le encargan.

Un siglo más tarde, Alan Turing bautizó esta última reflexión como “Lady Lovelace’s Objection” y se mostró en desacuerdo en su artículo Computing machinery and intelligence sobre la pregunta “Can machines think?”. Fue uno de los temas que más polémica causó en su momento, años después y supongo que continuará durante mucho tiempo.

Sí, has leído bien, un siglo más tarde. Las notas de Ada no se estudiarían de nuevo hasta un siglo más tarde por Alan Turing y John von Newman.

Anotaciones

  1. Los textos que he leído suelen hacen referencia a Ada Lovelace como Ada y a Charles Babbage como Babbage. Al utilizar simplemente Charles me da la sensación de que le estoy tratando con menor respeto. Para nada esa es la intención. Simplemente quiero ser coherente en ambos casos.