La siguiente extinción
Durante la historia de nuestro planeta se han producido 5 grandes extinciones. Parece que no está claro si fueron extinciones inmediatas o progresivas, pero lo que sí queda claro es que las condiciones de nuestro planeta cambiaron en diferentes ocasiones de tal modo que no todas las formas de vida perduraron.
Condiciones cambiantes que provocaban la extinción en masa y la aparición de nuevas formas de vida.
Actualmente, las condiciones de la Tierra que hicieron posible nuestra existencia están cambiando a un ritmo vertiginoso. Es la razón por la cual Elizabeth Kolbert habla de la siguiente extinción en La sexta extinción. Una historia nada natural.
Una extinción en la que el propio ser humano ya ha terminado con la existencia de numerosas especies de forma directa o indirecta. Y tal vez nosotros mismos terminemos formando parte de dicha extinción.
Desde los inicios de la revolución industrial, los humanos han quemado bastantes combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) como para emitir unos 365.000 millones de toneladas de carbono hacia la atmósfera.
La primera edición del libro es del año 2014. Seguro que las cifras son mucho mayores hoy en día.
La deforestación ha añadido unos 180.000 millones de toneladas más.
Y sabemos que estas concentraciones en la atmósfera están provocando un aumento de la temperatura global.
Pero siempre nos quedamos en la atmósfera y nos olvidamos de que también hay un intercambio de gases entre la atmósfera y los océanos. Y esas altas concentraciones están provocando una acidificación del agua de los océanos.
Lo que más llama la atención es la velocidad a la que se están produciendo los cambios, por lo que parece difícil que nos dé tiempo a adaptarnos.
Algunas notas:
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Extinciones de especies que ha provocado el ser humano con el afán de ganar dinero. Ese afán ciego que les impidió pensar en que debían respetar los periodos de reproducción para asegurar la supervivencia de las especies. Pasó mucho tiempo hasta que se declararon leyes que pusieron limitaciones.
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Las ratas se reproducen muy rápidamente, pueden aumentar de tamaño en poco tiempo y parecen ser muy resistentes. ¿Serán las que sobrevivirán a la sexta extinción?
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Con nuestro movimiento entre los diferentes continentes, hemos alterado la diversidad autóctona y se han producido extinciones causadas por especies invasoras. El movimiento es tal que algunos hablan de la Nueva Pangea. ¿Será verdad que al final habrá menos diversidad y la que quede será muy similar en todos los continentes?
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Aunque nos hemos empeñado en representar al Neanderthal con pelo, no hay ningún indicio sobre ello. Tal vez nuestra intención de que se parezca más al simio. De hecho, en el museo del Neanderthal en Alemania tienen la representación de un Neanderthal afeitado y trajeado para demostrar que hoy en día podría pasar desapercibido. Aún hay muchas cosas que no sabemos.
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Qué pena que no hayamos podido garantizar la supervivencia de determinadas especies en sus lugares de origen. Algunas perecieron durante los traslados. Y después hay incoherencias como el coste de 100.000 dólares al año para enviar hojas de ficus en avión hasta el zoo de Cincinnati y así poder alimentar a Suci, un rinoceronte procedente de Sumatra que aún vivía cuando se escribió el libro.
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El rinoceronte hembra sólo ovula si hay un macho cerca. Se murieron muchas especies en cautividad hasta que lo descubrieron.
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Se baraja ingeniería atmosférica para intentar contrarrestar el calentamiento global. Y en caso de que nada funcione, mudarnos a otro planeta. ¿Existe otro planeta donde podamos vivir?
Mi reflexión tras la lectura del libro es que nuestra especie se reproduce muy lentamente comparado con la rapidez de los cambios que estamos produciendo en el entorno. Que si nos enamoramos, que si nos desenamoramos, que si nos volvemos a enamorar, que si este mes no, que si este mes tampoco, que ahora espera 9 meses de gestación, que de normal sólo se da a luz a un bebé, … todo muy lento para que nuestra especie consiga adaptarse de forma natural.
Recuerdo lo que oí en una charla en otro día. En comparación con la historia de la Tierra, nuestra historia es muy corta, llevamos muy poco tiempo aquí. Y la historia del planeta continuará aunque ya no exista nuestra especie.